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¿Qué abono foliar usar en época de sequía? Consejos reales para mantener tus cultivos fuertes cuando falta agua

Miras al cielo y no hay ni una nube. Llevas semanas viendo cómo la tierra se resquebraja, el polvo se levanta con cada paso y las previsiones siguen sin dar una gota de lluvia. En el campo, esto no es solo frustrante: es preocupante.  

Porque cuando falta agua, la planta entra en modo supervivencia. Pero tú no puedes quedarte de brazos cruzados. En estos escenarios, elegir bien los abonos para sequía puede marcar la diferencia entre una planta estancada y una que resiste con fuerza. 

Y aquí es donde entra en juego una estrategia que, cuando se hace bien, da resultados incluso en condiciones difíciles: la aplicación foliar. Hoy te contamos por qué esta técnica es clave en épocas secas, cómo usarla sin dañar el cultivo, y qué productos puedes considerar para que la planta aguante… mientras esperamos que vuelva a llover. 

¿Por qué aplicar abonos foliares en sequía es una buena estrategia? 

Cuando el suelo está seco, las raíces tienen cada vez más dificultades para absorber nutrientes. Por mucha fertilización que hayas hecho al inicio del ciclo, si no hay humedad, la planta no puede aprovecharla. Es como si tuviera el plato lleno pero no pudiera tragar. En estas condiciones, aplicar nutrientes a través del riego deja de ser eficiente. 

Pero hay algo que sigue funcionando: la hoja. A través de la superficie foliar, la planta puede absorber ciertos nutrientes directamente, sin necesidad de pasar por el sistema radicular. Aquí es donde los abonos para sequía en formato foliar se convierten en aliados esenciales. 

Productos como FM Foliar Green o GEL F, por ejemplo, están formulados para actuar rápido, con componentes que penetran bien y no saturan la planta. Son soluciones pensadas para momentos críticos, donde lo importante no es tanto «alimentar en exceso», sino reforzar y mantener el equilibrio. 

Además, en plena sequía, no solo hablamos de nutrición: también hablamos de resistencia al estrés hídrico, de recuperación después de golpes de calor, y de ayudar a la planta a mantener su ritmo metabólico con el mínimo desgaste. 

El riesgo de pasarse: cómo ajustar la dosis para evitar quemaduras 

Ahora bien, no todo vale. Cuando aplicas un abono foliar en pleno verano y sin agua en el suelo, hay que tener cuidado. Uno de los errores más comunes es pensar que «cuanto más, mejor», y eso puede salir caro. 

En condiciones de alta radiación y baja humedad relativa, la concentración de sales en la hoja puede generar quemaduras, sobre todo si se aplican productos muy cargados o en horarios inadecuados. ¿Y qué pasa si quemas la hoja en época de sequía? Le estás quitando a la planta una de sus únicas vías activas de trabajo. 

Por eso, lo primero es ajustar bien la dosis. Y si tienes dudas, consulta siempre con un técnico. En Femavid, cuando trabajamos con abonos para sequía, revisamos no solo el producto y la dosis, sino también el estado fenológico, el cultivo y el agua de aplicación. Porque no es lo mismo una viña en cuajado que un almendro en postfloración o un cereal entrando en espigado. 

Aplicar bien no es solo una cuestión de seguir la etiqueta: es saber leer el momento y actuar con precisión. 

Fórmulas con aminoácidos y materia orgánica: una ayuda extra para la planta 

En este tipo de situaciones, no todos los abonos foliares responden igual. Hay fórmulas que, más allá de aportar nutrientes, ayudan a la planta a gestionar mejor la sequía. ¿Cómo? Gracias a componentes como los aminoácidos libres, los ácidos húmicos o ciertos extractos orgánicos que tienen la capacidad de retener humedad en la lámina foliar. 

Cuando aplicas un abono con aminoácidos en condiciones secas, no solo estás nutriendo. Estás dándole a la planta herramientas para defenderse: activas rutas metabólicas de defensa, mejoras la elasticidad celular y favoreces la apertura controlada de estomas. Todo eso puede parecer técnico, pero en campo se traduce en una planta más viva, que sufre menos y se recupera antes. 

Además, muchas de estas fórmulas incluyen agentes humectantes naturales que permiten que la gota se mantenga más tiempo sobre la hoja. Y en una situación de sequía, donde el sol evapora en minutos cualquier líquido, esto es fundamental. 

En Femavid trabajamos con productos que combinan estos elementos y que han demostrado buena respuesta en fincas donde la lluvia ha desaparecido durante semanas. Pero siempre insistimos: cada parcela es distinta, y lo ideal es ajustar el programa a medida. 

Horarios clave para aplicar abonos foliares en sequía 

Tan importante como el producto, es cuándo lo aplicas. Y aquí vamos a decir algo muy claro: nunca al mediodía. El calor extremo, combinado con productos concentrados, puede provocar fitotoxicidades incluso con fórmulas suaves. 

Los dos momentos ideales para aplicar abonos foliares en sequía son el amanecer y el atardecer. En esas horas, la planta está menos estresada, la humedad relativa es mayor y el producto tiene más tiempo para penetrar antes de evaporarse. 

Muchos agricultores nos lo confirman: si madrugan y aplican justo al romper el día, las hojas responden mejor, y el tratamiento “entra” con más suavidad. Lo mismo por la tarde, cuando el sol empieza a caer. 

No es solo cuestión de temperatura: es cuestión de leer el momento en que la planta respira mejor. 

¿Y cómo saber si lo estás haciendo bien? Aquí es donde entra el asesoramiento 

Aplicar abonos para sequía es útil, sí. Pero también es delicado. Hacerlo sin una planificación puede no dar resultados… o incluso empeorar la situación. 

Por eso, en Femavid insistimos tanto en el asesoramiento técnico personalizado. No creemos en recetas universales. Lo que funciona en una parcela puede no servir en otra, incluso si están a pocos kilómetros de distancia. 

Cuando un agricultor nos pide ayuda para gestionar la sequía, lo primero que hacemos es preguntar: ¿en qué estado está la planta?, ¿cuándo fue la última lluvia?, ¿qué productos ha aplicado ya?, ¿cómo es el agua de riego?, ¿qué previsión meteorológica hay? 

Solo con esa información diseñamos un calendario foliar adaptado, con productos compatibles, dosis ajustadas y momentos ideales de aplicación. 

Porque usar abonos en época de sequía no es una solución mágica. Es una herramienta. Y como toda herramienta, hay que saber cuándo y cómo usarla para que sea realmente eficaz. 

Las lluvias no llegan, pero tú sí puedes actuar 

No podemos hacer que llueva. Ojalá. Pero sí podemos actuar con inteligencia, conocimiento y experiencia. Y eso, en momentos de sequía, vale oro. 

Los abonos para sequía, cuando se aplican bien, ayudan a sostener el cultivo, evitar pérdidas de rendimiento y mantener la planta en condiciones de afrontar lo que venga. No se trata de forzar, sino de acompañar. 

En Femavid estamos aquí para ayudarte a hacerlo bien. No vendemos soluciones rápidas, sino acompañamiento real, basado en experiencia y en lo que vemos cada día en campo. 

Así que si estás viendo que tus cultivos empiezan a sufrir, no esperes a que el daño sea irreversible. Llámanos. Hablamos contigo, vemos tu parcela y diseñamos juntos una estrategia foliar que funcione. Porque aunque no llueva… la campaña sigue. Y hay mucho que todavía se puede hacer.