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Nutrición vegetal ¿Cómo saber si mi viñedo lo necesita?

La nutrición vegetal es un aspecto clave en el cultivo de cualquier planta, incluyendo la vid. Los micronutrientes son elementos esenciales en la nutrición de la vid, y aunque se necesite una pequeña cantidad de ellos, su presencia es fundamental para los procesos fisiológicos de las plantas.

Entre los micronutrientes más importantes para la vid se encuentran el hierro, boro, zinc, manganeso, cloro, molibdeno y cobre. Estos elementos intervienen en diversos procesos tan importantes como la formación de clorofila y la fotosíntesis, la germinación del polen y el cuajado de la uva, entre otros.

El sistema más eficiente para aportar la mayoría de los nutrientes a la vid es la raíz. Además, la fertilización foliar es complementaria, ya que permite una rápida absorción de algunos micronutrientes que son necesitados en una cantidad muy pequeña y que tienen una dinámica especial en el suelo.

En la fertilización foliar, se aplican nutrientes sobre las hojas de la planta para mejorar su asimilación y distribución por toda la planta. Esto es especialmente útil para aquellos micronutrientes que son requeridos por la planta de manera inmediata, y para los cuales una aplicación vía suelo podría tomar demasiado tiempo en ser asimilados.

Micronutrientes esenciales

Los micronutrientes, como el hierro, el zinc, el manganeso, el cobre, el boro, el cloro y el molibdeno, desempeñan un papel crucial en el cultivo de vid. A continuación, se mencionan algunas de las funciones y características de cada uno de estos nutrientes:

Hierro

El hierro es esencial para las plantas y se encuentra en forma de Fe2+ en la mayoría de los suelos. A pesar de que los suelos generalmente contienen suficiente hierro para la nutrición de las plantas, su baja solubilidad a los valores de pH normales puede limitar su disponibilidad.
Las plantas han desarrollado estrategias para absorber eficientemente el hierro y su estudio es objeto de investigación.

Zinc

El zinc es un nutriente esencial que desempeña un papel importante en la estructura de muchas enzimas. Ayuda en la regulación de la expresión génica y la respuesta a diversos tipos de estrés abiótico.
El zinc interactúa con aminoácidos específicos en las enzimas para su correcto funcionamiento.

Manganeso

El manganeso tiene un comportamiento muy complejo en los suelos y se encuentra principalmente en forma de Mn+2.
Puede sustituir a otros elementos como el magnesio y el calcio en muchas funciones y estructuras. La concentración de manganeso en los suelos varía y a menudo está asociada a la actividad volcánica.

Cobre

El cobre es un micronutriente que generalmente está presente en los suelos en cantidades adecuadas.
En las plantas, el cobre forma parte de enzimas importantes en la fotosíntesis y la protección contra el estrés oxidativo.

Boro

El boro desempeña múltiples funciones en el cultivo de la vid, incluyendo la traslocación de carbohidratos y la intervención en enzimas.
También tiene un impacto en la germinación del polen, el cuajado de la uva y el tamaño y color de las bayas. El contenido de azúcares y la reducción de la acidez se ven influenciados por el boro en la uva.

Cloro

El cloro está involucrado en la fotosíntesis y es esencial para el mantenimiento de la turgencia celular.
Juega un papel en la apertura y cierre de los estomas y en el equilibrio iónico dentro de las células. Además, es necesario para la activación de enzimas como la amilasa.

H3 Molibdeno

El molibdeno es un micronutriente que participa en el metabolismo del nitrógeno y la síntesis de clorofila. Su disponibilidad en el suelo está relacionada con los niveles de pH, siendo mayor en suelos alcalinos.
La aplicación de molibdeno antes de la floración puede mejorar el cuajado de las uvas y prevenir problemas de tamaño en los racimos.

Aplicación de micronutrientes con Femavid

La aplicación de micronutrientes se puede realizar a través de técnicas como la aplicación foliar o la fertirrigación. Sin embargo, la aplicación de ciertos nutrientes, como el manganeso y el zinc en el suelo, puede ser más compleja y lenta en términos de absorción por las plantas. Es recomendable utilizar formas quelatadas de micronutrientes en la fertirrigación para asegurar su disponibilidad para las raíces. Además, cada vez más viticultores tienen acceso a análisis foliares para evaluar el estado de nutrientes en las plantas.